La automatización y la robotización están en marcha. Los robots son más eficientes y cometen menos errores pero los humanos no serán reemplazados.
En la actualidad, los robots y la inteligencia artificial parecen disputarles a las personas el desempeño de algunos puestos de trabajo. Sin embargo, un robot nunca podrá emular la verdadera naturaleza humana y los valores diferenciales como la empatía, el sentido del humor o la propia humanidad.
Probablemente, algunos puestos de trabajos tienden a desaparecer en manos de los automatismos, de los robots o de la inteligencia artificial, pero habrá nuevos trabajos vinculados a su creación, su uso y a la trazabilidad y análisis de los datos que puedan generar.
¿Qué generan los datos?
Un valor añadido en la experiencia del usuario que ayuda en la toma de decisiones de las empresas mediante la gestión de la información.
Es una realidad que la Cuarta Revolución Industrial trae consigo grandes avances tecnológicos. De todas formas, habilidades como el pensamiento crítico o la creatividad seguirán siendo demandadas por el mercado laboral.
Robots, los mejores aliados de las personas.
Diversas diferencias separan a la inteligencia humana de la inteligencia artificial que van desde lo cognitivo a lo emocional. El ser humano profundiza las funciones vinculadas con la memoria, la resolución de problemas, la planificación, el razonamiento y la comunicación mientras que las computadoras pueden procesar más información a mayor velocidad.
Las personas son impredecibles y tienen la habilidad de adaptarse naturalmente a las condiciones que el medio les impone. El cerebro evoluciona a lo largo de la vida y la propia historia. Para un robot, en cambio, siempre existe un patrón definido: compuesto por algoritmos son capaces de ejecutar tareas pero no de razonar.
Si bien aplicar tecnología en el ámbito de la salud hace que las inteligencias artificiales pueden encontrar métodos para llegar un lugar en menos tiempo, o para ejecutar tareas con una precisión inigualable, no podrán reemplazar a los seres humanos ya que estos están, además, influenciados por elementos subjetivos que no se basan sólo en cifras ni en datos.
Por ejemplo, en el ámbito de las instituciones sanitarias pensar en que una máquina realice las tareas repetitivas o mecánicas de forma automática tiene una ventaja excepcional: la cantidad de tiempo que los profesionales podrán dedicarle a cada paciente será mayor. De esta forma, los tiempos de espera serán menores y el sistema sanitario tendrá una mejora.
Los robots vienen a ayudar y abren nuevas perspectivas de negocios. La inteligencia artificial y los algoritmos predicen comportamientos y ajustan cada vez más la ejecución a fin de ofrecer una experiencia satisfactoria. La inteligencia artificial opera en función de un conjunto de reglas programadas pero la inteligencia humana puede ser flexible en respuesta a los cambios en su entorno.
¿Qué trabajos podrá hacer un robot?
La inserción de los robots en el mercado laboral incidirá de manera más notable en labores más sencillas, repetitivas y de análisis estructurado de datos. Por esta razón, presupone una redistribución de las tareas con las personas para que juntos se potencien y obtengan mejores resultados a los que cualquiera de ellos podría lograr de manera individual.
Las máquinas son eficientes y simplifican la vida de las personas, por eso el secreto es generar sinergia entre ambos para lograr los mejores resultados. Complementar el trabajo con un robot generará beneficios como un gran apoyo en las labores, eficacia y productividad.
Cuando los integrantes del sistema de salud incorporen a los robots como complemento se potenciarán mutuamente mejorando las condiciones de servicio que se brindan a los pacientes.
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